jueves, 5 de febrero de 2015

Hablaban sin palabras

Sus manos se acariciaban como nunca lo habían hecho. Con nadie.
Intensamente, queriendo que el olor de uno se quedara impregnado en el otro, y viceversa.

Sus labios… sus labios recorrían cada centímetro del cuerpo del otro.
Saboreándose, querían recordar ese sabor aun cuando estuvieran a miles de kilómetros de distancia.

Sabían que esa vez iba a ser la única,
 y la última.
Pero eso no les callaba, si no que les hacía cantar más fuerte.

Él, que nunca había visto nunca una piel tan atrevida.
Y ella, alma perdida, que había encontrado el norte en su sonrisa.

Se les hacía extraño hablarse de esa manera,
sentirse de esa manera,
y quererse de esa manera.
Pero mañana todo quedaría atrás.
Tenían ese momento y nada más.