sábado, 30 de enero de 2016

A mi buena amiga, A.

A ella le gusta bailar.
Bailar por la noche, por la mañana y hasta de madrugada.
               Bailar hasta despeinarse
                        en los giros más bonitos
                                   de su falda 
                                                con el
                                                      v i e n t o.

Ella es bonita y no lo sabe. Y eso,
                        la hace más bonita a los ojos del mundo.
Su pelo largo castaño, muy oscuro, se mezcla con trazos brillantes que sonríen al sol
y el sol le devuelve la sonrisa.              Su mirada le hace juego y su dibujada línea de ojos azul
                                                                            hace trampas con sus pestañas al mirarte.

Mi amiga es fuerte y posiblemente te lo niegue, pero vaya que si quiere algo,
lo consiga. 
Es bonito cuando se emociona en el cine,
viendo una película y luego te la cuenta enamorada.

A ella no le gusta, le encanta el
 chocolate. Hasta se inventó una pizza.

Puedes verla caminando a paso rápido y decidido por la calles, ahora tiene 18 años y seguro si la saludas, te sonreirá. Pero tranquilo, siempre llega a su hora punta.
A mi amiga le gusta hablar,
                hablar bonito y por los codos para hacerte amena cualquier mañana de instituto.
Puedes probar a hacerla reír y verás su sonrisa de verdad,
verás hasta sus ojos sonreír, adornados de unas gafas de pasta negras.
"A" te da unos consejos de la ostia. Tal vez, fue psicóloga en su otra vida
                                                                           y seguro lo pueda ser en esta.
Le podrías hacer feliz regalándole un libro,
                          con historia de amor por supuesto,
                                                 una película,
                          posiblemente de Quim Gutiérrez o Raúl Arévalo,
                                                   o un disco,
                          por ejemplo Justin Bieber o Leiva.

Pero además de eso, le podrías llevar al teatro,
a un pub cualquiera donde pueda bailar mientras se bebe una copa,
o a recorrer Madrid con un GPS en la mano.

Ella odia a la gente que no es verdadera,
 le asustan los perros desconocidos, 
no suele desayunar y 
será mejor que no la invites a comer
                                                alitas de pollo.

"A" suele imaginarse sumergida en una historia de besos y noches bonitas,
hablando hasta la madrugada
o robándose caricias a modo de despertador. Pero no le gusta
el amor cursi, si no el romántico original.

Es posible que algún día la veas tranquila en su casa,
viendo una película mientras come palomitas,
con un moño desecho. [Si tienes suerte, tal vez algún día la veas sin maquillar]
Pero si de verdad la quieres encontrar,
mejor que la busques por las calles riendo y
rodeada de personas bonitas.
                          Ella sabe hacer eso.



Hoy cumple 18, y yo brindo
por que siempre acabemos perdidas por Madrid.


lunes, 18 de enero de 2016

No sé.

"El deseo de sobrevivir a mil mareas."
De Naufragio en la 338,
Loreto Sesma.


Las cosas que no soy capaz de explicarte, las dejo aquí.

Un nudo en mi estómago se formó,
y de ahí ya fui a pique.
Mis miedos cayeron por la borda,
desplazados por

lacobardíadeperderte.

Mi nudo se retorcía
al ver nuestras palabras enfrentarse en la mar.
El primer premio sería ese bote,
el segundo ahogarse.

Alguien debería acercarse,
explicarles lo inexplicable.
Que de nada sirve esto,
lo bonito es encontrar esa palabra que no tenga ya ganas de más enfrentamientos.

Y nosotros somos dos náufragos
entre toda esta barbarie,
que buscan aferrarse juntos.
Salvarse.

Las cosas que no soy capaz de explicarte, las dejo aquí:

tequiero.

Aparte y con una línea para él solo, como lacobardíadeperderte.







sábado, 9 de enero de 2016

Buscando la lógica.

Criticamos, odiamos y queremos castigar a personas que maltratan a sus perros o gatos, a hombres que maltratan a mujeres e incluso las llevan hasta la muerte. Sin embargo, y para contraste de lo anterior aunque me excluyo en este punto, aplaudimos, les premiamos y llegamos a llamar héroes a personas vestidas elegantemente que arrinconan a un toro inocente en una plaza, le vacilan y le clavan espadas en los costados hasta que sus piernas no resisten más y precipitan al suelo. Mientras un puñado de mujeres y hombres aplauden su muerte. Posteriormente, esta persona que mató al toro, será famosa y cobrará muchísimo más de lo que cobra un pobre agricultor trabajando día tras día en un huerto cualquiera, en un pueblo cualquiera, y que venderá sus tomates y sus pimientos a un precio cualquiera(mísero). Porque a nadie interesa eso, pero sí interesa ver a un toro morir. 
Cuando era pequeña, mi abuelo me decía: ''si el toro no sufre''. No, claro, no sufre. Por eso gotea sangre por sus costados, por eso se queda quieto suplicando con la mirada que no le clave otra cosa de esas, o por eso mira a sus lados buscando un sitio por donde escapar de ese lugar redondo... Mírale, será por eso que cae al suelo.
Lo más triste es que ese toro ya no podrá correr más por el prado, y morirá con el último recuerdo de ese dolor insoportable entrándole por la nuca.

Y todavía hay gente que tiene los cojones de llamarlo arte. Y lo ve bonito y pagan por ello. Y le lees un poema o le invitas al teatro y te miran raro, como si estuvieras diciendo un disparate. Y todavía me parece irónico que las plazas de toros se llenen, y los teatros y cines queden vacíos.

Pues no, no he encontrado la lógica a esta sociedad.



"Ya el público gritaba, celebrando que el toro ya había caído al suelo, y mientras se desangraba, un activista se cuela e ingresa a la arena para sorpresa de muchos, a abrazar al toro caído, como si la culpa recayera sobre él y le estuviera pidiendo perdón, en su piel dos palabras resaltaban “STOP TORTURA”"