martes, 24 de enero de 2017

Filosofía de vida

La vida es corta, escasa, veloz y efímera.

Antes vivía porque sí,
porque ya estaba aquí.
Seguía el ritmo que me marcaban;
           ¿quienes? ni idea.
               Yo lo seguía.

Pero entonces llega ese momento,
algo hace click en mi.
[En realidad, no es un momento,
ni un lugar, ni tan siquiera una persona.
Es un revoltijo de todo ello. O tal vez sí,
porque, qué es un momento sino una mezcla de todo lo anterior.]

Es un día, a las 4 a.m. mirando el techo;
de las noches en las que pienso "laberínticamente"
y llego a una, solo hipotética, salida.
                     [Porque de tu mente nunca se sale.]

Como en muchas noches incómodas,
me da por escribir para hacerlas cómodas,
y sale este desastre -que puede o no gustar-.
Aquí lo dejo plasmado:

No voy a pensar demasiado en el examen que salió mal,
no le voy a dar más importancia de lo que tiene;
no me encerraré en mi habitación por esa discusión con él;
no pienso arrepentirme por lo que le dije a ella, sino hice daño a nadie
                                                               y menos aún a mi;
te voy a decir lo que siento y no va a existir el orgullo
                               -pero sí siempre el amor propio-.

La vida no se para, ni por ti ni por mi,
y por nosotros menos aún.
Tienes que saber que eres una pequeña mierda
en un planeta de la ostia.
Que si te paras en medio de Gran Vía con la mirada a saber dónde,
la gente chocará, te esquivará, te apartará y seguirá su apático camino.

Por eso, lee esto cada día.
Tenemos por manía pararnos en asuntos inútiles de nuestra existencia,
y no nos damos cuenta de la verdad.
Que la vida sigue, siempre sigue y no te espera.
Pero te da la opción de agarrarte a ella.








domingo, 8 de enero de 2017

¿Siglo XXI?

En esta sociedad,
deberíamos mirar más a los ojos
y menos a la ropa que vestimos.

Dejar de aparentar,
y empezar a ser.

Estar bien con uno mismo por lo que es,
y no por los Levi's que lleva puestos.


[ "La publicidad nos hace desear coches y ropas, tenemos empleos que odiamos para comprar mierda que no necesitamos. Somos los hijos malditos de la historia, desarraigados y sin objetivos. No hemos sufrido una gran guerra, ni una depresión. Nuestra guerra es la guerra espiritual, nuestra gran depresión es nuestra vida. Crecimos con la televisión que nos hizo creer que algún día seriamos millonarios, dioses del cine o estrellas del rock, pero no lo seremos y poco a poco lo entendemos, lo que hace que estemos muy cabreados." El club de la lucha. ]