sábado, 21 de marzo de 2015

Pudo ser taquillera . Lo jodimos.

Mira que soy peliculera,
de verdad que te sorprendería.
Pero tus besos nunca me
acabaron de gustar.

Tal vez sería error del productor,
o quizá fuera fallo de parte de los actores.

Sí, pudo ser eso.
Los actores.

¿Y sabes?
La publicidad era buena.
Buena de la de verdad,
pues tú estabas en mi cabeza.
              Constantemente.
Del sonido tampoco podía quejarme,
pues tus susurros en mi oído los escuchaba.
               Perfectamente.

Será que nos preparamos demasiado la escena.
Pensamos en exceso antes de salir,
cuando ambos rabiábamos por dentro de ganas
e íbamos sobrados con el guión.

Y es que, joder,
acabamos saltándonos el argumento.
Por completo.

Por esto ocurrió, que
al estreno de nuestra película,
sólo asistieron
              las butacas.